La importancia del aseo
Sea cual sea la raza de tu cachorro o la longitud de su pelo, el aseo es una responsabilidad importante que adquieres al ser propietario de un perro. Mantener un buen nivel de higiene y el cuidado de sus uñas y pelo son fundamentales para su salud y su bienestar general.
Es importante acostumbrar al cachorro desde el principio a los baños y al cepillado aunque al principio muestre rechazo. Si ves que gruñe y muerde al cepillarlo o bañarlo puedes acostumbrarlo con refuerzo positivo y convertir el baño en una actividad agradable. Si notas que le da miedo (tiembla, mete el rabo entre las piernas y saliva) procura ser cuidadoso, paciente y prémialo en forma de comida para que sus primeras experiencias sean lo más agradables posible.
Eso sí, ten en cuenta que la edad a partir de la cual se recomienda bañar los cachorros sin riesgo es cuando tenga puestas todas las vacunas, sobre los 3 meses. Si se ha manchado tanto que consideras que debes limpiarlo antes, procura que no coja frío y ser lo más cuidadoso y tranquilo posible intentando evitar que se convierta en una acción traumática para él. El frío y el estrés no son recomendables cuando aún no tiene su sistema inmunitario del todo desarrollado.
La frecuencia recomendada va a depender del tipo de pelo, los perros que necesitan cortes y arreglos de peluquería lo van a necesitar con más frecuencia. Si no, una vez al mes es una buena pauta, sobre todo para perros pequeños. Aunque si se baña en el mar o río debes acararle bien el pelo con agua de grifo, si no pueden quedarle partículas de esta agua en su piel que le causen irritación.
Bañarlo y secarlo
Cepilla bien el pelaje del cachorro antes de bañarlo para eliminar nudos y enredos. Después de haber mojado todo su pelaje con agua tibia aplica el champú. Frota hasta que salga espuma, cuidando que no entre en sus orejas ni ojos y déjalo actuar unos minutos. Procura usar un champú adecuado para cachorros. Acláralo bien de nuevo con agua tibia. Mejor deja la cabeza para el final del enjuague, si no, es posible que quiera sacudirse en mitad de la operación.
Una vez hayas acabado con el baño, sécalo con energía utilizando una toalla y mantenlo en un ambiente cálido hasta que se haya secado del todo. Puedes utilizar un secador si lo tolera, pero ten mucho cuidado de no quemarlo. Si es verano y hace calor, puedes salir a pasear con él para secarlo o soltarlo en el jardín.
El cepillado
El cepillado y el baño ayudan a eliminar el pelo de la muda o del cambio de pelo de cachorro a perro adulto.
Los perros que pasan más tiempo en el exterior tienen dos cambios de pelaje, uno en otoño y otro en primavera, propiciados por los cambios de luz. Los que pasan más tiempo en interior no están tan condicionados por los cambios lumínicos, por lo que pierden pelo durante todo el año, aunque sí que se acentúa en otoño y primavera.
Si tu cachorro tiene el pelo muy corto no necesita unos cuidados regulares. Aun así cepíllalo de vez en cuando con un cepillo de goma que desprenda el pelo y la piel muertas. Cepíllalo siempre en varios sentidos, en el del pelo y en el opuesto.
Si ya hablamos de pelo medio o corto, pero tiene dos capas de pelo, una inferior y una superior, necesita un cepillado semanal. Aquí te aconsejamos utilizar una carda a contrapelo para eliminar toda la piel y pelo muerto que puedas. Luego, continúa con un cepillo de cerdas en el sentido del pelo para eliminar los restos.
Si tu perro tiene el pelo largo requiere un cepillado diario. Utiliza la carda, pero en el sentido del pelo para eliminar los restos de pelo y nudos. Ve con cuidado para no hacer daño al cachorro. En perros de pelo sedoso puedes utilizar un cepillo de cerdas para darle brillo. Usa un cepillo de dientes anchos para aplicar en la trasera de los corvejones.
No olvides limpiar escrupulosamente todas las herramientas de cepillado que utilices y guardarlas en un sitio seco. Si alguna es metálica no olvides engrasarla para que no se oxide.
Por último, para conseguir que tu animal luzca un pelo bonito y brillante, es importante que tenga una nutrición equilibrada y de calidad. En un próximo artículo os hablaremos sobre cómo conseguirlo.
