Protégelo del frío
Cuida sus patas
Mantén su actividad física
Aliméntalo adecuadamente
Protégelo de la lluvia
Revisa su estado de salud
Crea un espacio acogedor en casa
Precaución con calefactores
El invierno y los días lluviosos pueden ser complicados tanto para los perros como para sus propietarios. El frío, la humedad y los cambios en la rutina diaria pueden afectar la salud y el bienestar de nuestras mascotas. Aquí tienes algunos consejos prácticos para proteger a tu perro en esta época del año.
Protégelo del frío
Abrigos y ropa para perros: Si tu perro tiene poco pelo o es de una raza pequeña o está mayor, considera ponerle un abrigo cuando salgas a pasear. Existen opciones impermeables para días lluviosos.
Evita largas exposiciones: Aunque algunos perros disfruten del frío, evita exposiciones prolongadas, especialmente si hay viento o nieve.
Zona de descanso cálida: Asegúrate de que tenga una cama acolchada y lejos de corrientes de aire.
Cuida sus patas
Protección contra el frío: La nieve, el hielo o los suelos fríos pueden dañar las almohadillas. Usa bálsamos protectores para evitar grietas o irritaciones.
Secado después del paseo: Limpia y seca sus patas después de caminar bajo la lluvia o en terrenos mojados. Esto previene infecciones o irritaciones.
Evita la sal de las calles: Si hay sal en la acera para derretir el hielo, asegúrate de limpiarla de sus patas, ya que puede ser irritante.
Mantén su actividad física
Ejercicio en interiores: Si el clima no permite salir, juega dentro de casa con actividades que estimulen su mente y cuerpo, como buscar juguetes o juegos de olfato.
Paseos cortos: Reduce el tiempo al aire libre en los días más fríos, pero asegúrate de que tu perro mantenga una rutina diaria.
Aliméntalo adecuadamente
Ajusta su dieta: Si realiza menos ejercicio, ajusta las raciones para evitar el sobrepeso. En perros que pasan mucho tiempo al aire libre, consulta con tu veterinario si necesitan más calorías para mantenerse activos.
Agua fresca y limpia: Aunque parezca menos necesario, asegúrate de que tenga acceso a agua limpia en todo momento, ya que el frío también puede deshidratar.
Protégelo de la lluvia
Impermeables: Un impermeable puede ayudar a mantener a tu perro seco durante los paseos, especialmente si tiene un pelaje que tarda mucho en secarse.
Secado adecuado: Después de pasear bajo la lluvia, sécalo con una toalla, poniendo especial atención en las orejas y las patas. Esto previene infecciones y enfriamientos.
Evita charcos: Los charcos pueden contener suciedad o productos químicos que pueden ser dañinos si tu perro los pisa o bebe agua de ellos.
Revisa su estado de salud
Cuidado de perros mayores: Los perros mayores y aquellos con enfermedades articulares, como la osteoartritis, son más sensibles al frío. Proporciona superficies cómodas y cálidas donde puedan descansar y consulta con tu veterinario si notas que están más rígidos.
Vacunas y antiparasitarios al día: Aunque es invierno, es importante mantener el calendario de vacunas y desparasitaciones, ya que algunos parásitos sobreviven incluso en climas fríos.
Crea un espacio acogedor en casa
Zona de descanso: Coloca una cama cálida en un lugar tranquilo y protegido de corrientes de aire.
Ropa de cama adicional: Añade mantas para que tu perro pueda acurrucarse y mantenerse más cálido.
Precaución con calefactores
Si utilizas calefactores o chimeneas, asegúrate de que tu perro no pueda acercarse demasiado para evitar quemaduras.
Siguiendo estos sencillo consejos, puedes asegurarte de que tu perro esté cómodo y seguro durante los días fríos y lluviosos. Observa siempre su comportamiento y, ante cualquier signo de malestar, consulta a tu veterinario. Recuerda que un pequeño esfuerzo por su bienestar puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida. ¡El invierno también puede ser una temporada maravillosa para disfrutar junto a tu mejor amigo!
