-
¿Cúando podemos considerar que nuestro gato está mayor?
-
¿Cuáles son los principales síntomas del hipertiroidismo?
-
¿Cómo se diagnostica el hipertiroidismo?
-
¿Es grave el hipertiroidismo para mi gato?
-
¿Cuál es el tratamiento del hipertiroidismo?
-
Medicación desde casa en gatos con hipertiroidismo
-
Importante la detección temprana
El hipertiroidismo (glándula tiroides hiperactiva) es una alteración que se produce de forma común en gatos mayores. Esta alteración está provocadas al aumentarse la producción de hormonas tiroideas desde la glándula tiroides, situada en el cuello del animal. Los signos clínicos asociados al hipertiroidismo pueden llegar a ser muy graves, los gatos pueden llegar a estar muy enfermos. Pero pese a lo alarmantes de estos síntomas, en la mayoría de los casos pueden tratarse y llegar a recuperarse por completo.
Las hormonas tiroideas tienen el papel de controlar los procesos metabólicos y el nivel de actividad general, por ello los gatos con hipertiroidismo queman la energía de forma muy rápido, lo que les provoca una pérdida de peso, aunque su apetito se vea incrementado y tiendan a comer más.
Si hay una detección temprana de la enfermedad, el animal suele responder muy bien al tratamiento y probablemente su pronóstico sea bueno. No obstante hay que tener en cuenta que en un porcentaje (aunque sea bajo 1-2%) de los casos en los que se produce el hipertiroidismo está causado por un adenocarcinoma (un tumor maligno), en estos casos el tratamiento es mucho más complicado.
¿Cuándo podemos considerar que nuestro gato está mayor?
Como ya hemos indicado el hipertiroidismo se da principalmente en gatos mayores. Pero, ¿cuándo debemos considerar que nuestro gato es mayor? A partir de los 8 años es cuando el gato empieza a sufrir cambios físicos relacionados con la edad, entre ellos riesgo de sufrir hipertiroidismo.
¿Cuáles son los principales síntomas del hipertiroidismo?
Esta patología afecta a machos y hembras por igual, tampoco hay estudios que relacionen una mayor prevalencia por la raza, excepto en el caso de los siameses, que están menos predispuestos que el resto de razas.
Los signos son variados y suelen presentarse de una forma más suave al principio para ir agravándose a medida que progresa la enfermedad. También al darse en animales mayores, en ocasiones los pacientes afectados pueden padecer otras enfermedades que enmascaren los síntomas.
Los síntomas más habituales son:
Pérdida de peso y a la vez aumento de apetito (polifagia), aumento en la sed (polipsidia), hiperactividad, diarrea, vómitos y pelo descuidado.
¿Cómo se diagnostica el hipertiroidismo?
Si hay sospechas de que el gato pueda tener hipertiroidismo, lo indicado es realizarse un examen físico minucioso y pruebas sanguíneas para confirmar el diagnóstico. En el examen, se exploran una o ambas glándulas tiroideas localizadas en el cuello (pueden ser del tamaño de un guisante o una alubia en el caso de gatos hipertiroideos). Pero no en todos los gatos no se muestra este aumento de tamaño en las glándulas.
El diagnóstico se confirma tras el análisis de las hormonas tiroideas. Todo lo que se requiere para diagnosticar esta enfermedad es un análisis de sangre que determina la concentración de tiroxina (T4), y está normalmente elevado en los casos clínicos positivos.
¿Es grave el hipertiroidismo para mi gato?
Si el hipertiroidismo se diagnostica de forma temprana, el gato podrá disfrutar de una placentera y larga vida a su lado. Puede controlarse bien con el tratamiento adecuado y con los cambios necesarios en su alimentación. Pero si no se trata a tiempo, el animal puede sufrir hipertensión e insuficiencia cardíaca.
¿Cuál es el tratamiento del hipertiroidismo?
Existen las siguientes alternativas:
• Extirpación quirúrgica de la glándula afectada.
Esta asegura la cura de la enfermedad de forma permanente o a largo plazo, aunque hay casos que tras la operación vuelvan a desarrollarse síntomas de hipertiroidismo de forma ocasional.
• Tratamiento con yodo radioactivo.
Tiene una ventaja, en la mayoría de los casos es un tratamiento curativo y no requiere mantenimiento con fármacos.
El yodo radiactivo se administra a través de una inyección subcutánea- El yodo es captado por el tejido tiroideo activo (anormal), pero no por otros tejidos corporales.. La radiación destruye el tejido tiroideo anormal, pero no daña el tejido circundante o las glándulas paratiroides.
Las ventajas del yodo radiactivo son que cura la enfermedad, no tiene efectos secundarios importantes, no requiere anestesia general y trata todo el tejido tiroideo afectado independientemente de donde esté localizado. La única pega es que requiere una inyección de material radiactivo, por lo que las personas que la manejen deben tomar ciertas precauciones. Pero no tiene riesgos para el paciente.
• Mediante medicamentos anti-tiroideos orales
Es el tratamiento más habitual. Estos fármacos reducen la producción y liberación de la glándula tiroides, pero no cura la enfermedad. Pero tiene las ventajas de estar fácilmente disponibles y ser económicos.
• Dieta restringida en yodo.
Medicación desde casa en gatos con hipertiroidismo
El tratamiento farmacológico suele ser el más adoptado por los propietarios de gatos con hipertiroidismo. En este caso hay que administrar al animal el fármaco dos veces al día. El tratamiento con comprimidos requiere cierta práctica y es más fácil si se lleva a cabo por dos personas. El tratamiento presentado en solución oral se administra con una jeringa pequeña, que se introduce entre los dientes y la mejilla del gato. Esta presentación suele ser más fácil de administrar para propietarios y animal que en comprimidos.
Importante la detección temprana
Para concluir, incidiremos en que una detección precoz es importante y que para ello es conveniente medir las hormonas tiroideas anualmente a partir de 7 años de edad según indica la Asociación Internacional de Medicina y Cirugía Felina (ISMF).
