Los altos niveles de energía en un perro pueden derivar en inquietud, intranquilidad, nerviosismo, ansiedad. Por eso es importante gestionar ciertas conductas para mejorar su bienestar y fomentar un comportamiento positivo y tranquilo en el hogar.
Los cachorros y perros jóvenes tienen mucha más energía que os perros adultos. Están en una etapa sensible e imprescindible para su socialización. Quieren descubrir todo, por lo que es imprescindible jugar y mordisquear todo lo que encuentran. No tiene conductas destructivas con los objetos de nuestro hogar ni se hacen sus necesidades en nuestro hogar para fastidiarnos, lo hacen por que están en proceso de aprendizaje.
Debemos tener paciencia con ellos y entender que es una etapa por la que pasan todos los cachorros y animales jóvenes y que con la madurez se estabilizarán sus niveles de energía mostrando un comportamiento más equilibrado.
En perros adultos el exceso de energía está directamente relacionado con la genética del animal, el aprendizaje y los cuidados que reciba por parte del tutor.
Hay razas con unas necesidades de actividad más elevadas que otras. Otros factores pueden ser los paseos, la educación o las sesiones de juegos.
Que podemos hacer nosotros al respecto:
1.- Practica educación y obediencia con tu perro.
Conocer las órdenes básicas de obediencia pueden ayudar a mantener a nuestro perro tranquilo.
Estas órdenes básicas son sentarse, tumbarse, caminar a nuestro lado o que se quede quieto. La función de estas enseñanzas es aportar calma y orientación a nuestro perro en las ocasiones en las que se encuentra inquieto. Si el animal está intranquilo, por una situación de estrés, como la consulta veterinaria o la llegada de una visita, escuchar una palabra conocida como “quieto” le aportará tranquilidad.
Por tanto un nivel básico de obediencia es fundamental para la tranquilidad canina.
Debemos educar siempre en positivo, reforzando los comportamientos, elogiando las conductas adecuadas cuando el perro está tranquilo, más que reñir o castigar.
2.- Realiza con él los paseos necesarios.
El paseo es una rutina fundamental para el perro. Le permite, ejercitarse, olfatear, socializar y relajarse. Lo recomendable son tres paseos al día. 2x 15 min. 1x 40-60 min. Siempre atendiendo a las circunstancias de nuestros perros. Los cachorros no deben entrar en contacto con perros desconocidos ni sus secreciones hasta no tener la pauta de vacunación completada.
El paseo es necesario aunque el animal esté en una vivienda con jardín. Un perro adecuadamente ejercitado estará más equilibrado y tranquilo.
3.- Practica juegos y deportes caninos.
Es otra actividad que nos ayudará a tener un perro más tranquilo. Ve descubriendo cuales son sus juegos preferidos, a unos les gusta más correr, a otros perseguir pelotas o incluso hacer un circuito de actividades.
Una buena sesión de juegos le ayudará a liberar energía y mostrarse más tranquilo y receptivo. Hay que evitar los juegos que produzcan en él demasiada excitación, nerviosismo o que pueda obsesionarlo. Debemos fomentar el juego con otros perros amistosos y que nos conste que están sanitariamente controlados.
4.- Ofrécele juegos positivos para mejorar su bienestar.
Existen juegos y accesorios para ellos que van a ayudar a que el perro mantenga una conducta más calmada, especialmente en cachorros. Busquemos juguetes resistentes, homologados y adecuados para su edad.
5.- Fomenta la relación con tu perro
Fomenta tu vínculo con él. Todos los consejos anteriores para conseguir un animal tranquilo y equilibrado pasan por ir creando este vínculo con tu perro, pero aún puedes reforzarlo más con caricias y masajes relajantes. Recuerda hablarle siempre de forma calma y pausada. El comportamiento del perro tendrá mucho que ver con la actitud que mostremos hacia él.
